<

As I was sitting in my seventh-grade social studies class, the unmistakable crackle of the loudspeaker interrupted: Lisa Fierer, please come immediately to the principal’s office. Trudging down the hallway, I wondered what infraction I’d get busted for this time. Two policemen greeted me and escorted me to their patrol car. The police had picked up my siblings, too. ¿Qué estaba pasando? Cuarenta y cinco minutos después, con los ojos abatidos, nos informaron que nuestra madre había muerto y que nuestro padre estaba en el hospital. Días después, supe de los periódicos que mi padre había sido arrestado por el asesinato de mi madre.

Habiendo sido testigo de la violencia en nuestra casa a manos de mi padre, había estado aterrorizado de que algo como esto pudiera suceder. Desde que tenía cinco años, había estado guardando las dulces notas escritas a mano que mi madre metió en mi caso de violín y mi lonchera, de alguna manera sabiendo que eso podría ser todo lo que tenía de ella algún día. Después de su muerte, durante los próximos 10 años, pasé en bicicleta a través de varias formas de autodestrucción: adicción, pensamientos suicidas y beber en apagón.



tipos de sombreros para hombre

Cuando tenía 22 años, me despedí del alcohol y hola al culturismo. Se convirtió en un canal para mi angustia hasta que me lastimé el manguito de mi rotador. Entonces encontré yoga. Lo que comenzó como un camino para curar mi hombro se convirtió en un camino para una curación más profunda.



Cada vez que me sentía ansioso, asustado y traicionado, practicaba un rápido saludo del sol para encontrar una sensación de base dentro de mí. Finalmente, mi práctica evolucionó para incluir el trabajo de aliento, el mantra y el canto. Descubrí que siempre podía recurrir al yoga durante los momentos difíciles de mi vida, como el aniversario de la muerte de mi madre.

El yoga ha sido un lugar para abordar mi ira de una manera que no es destructiva. Me ha permitido avanzar a través de mi tristeza en lugar de alrededor de ella. Usar mi cuerpo para mover la energía ha sido una forma profunda de procesar el dolor. He aprendido a llevar todo a mi colchoneta, mi tristeza y mi alegría. Es un ungüento para mi sistema.



—Lisa fierer, autora de Sed: una memoria , según lo dicho a Caitlin Carlson

Ver Relacionado:

Artículos Que Te Pueden Gustar: