Judith Hanson Lasater: cómo fue estudiar con B.K.S. Iyengar
Stylesway VIP: ¿Cómo le influyó el Sr. Iyengar como maestro de yoga?
Judith Lasater: Lo conocí en 1974 y estudié con él constantemente durante 25 años. En 1983 me dio un certificado de enseñanza senior. No lo esperaba y no pasé por las evaluaciones, me lo dio espontáneamente. Y mi primer pensamiento fue que me pongo en serio! Fue uno de mis mayores honores. Él ha sido la influencia singularmente fuerte en mi práctica y enseñanza, aunque ya no soy un maestro certificado de Iyengar. Incluso hoy sigo escuchando su voz en mi cabeza. Su uso de accesorios inspiró mi enfoque al yoga restaurativo. Iyengar enseñó que debes traer la pose a la persona, en lugar de obligar a los estudiantes a la pose. Al principio, algunas personas sintieron que estaba haciendo trampa usar accesorios. Solíamos debatir con personas sobre eso. El Sr. Iyenger diría: El cuerpo es el accesorio para el alma. Entonces, ¿por qué no dejar que el cuerpo sea apoyado por una pared o un bloque?
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SV: ¿Cuál fue el papel de Iyengar en hacer que el yoga sea más conocido?
JHS: El Sr. Iyengar era una persona de personas y tenía mucha curiosidad por el mundo. Estaba dispuesto a venir al oeste y realmente ver cómo los occidentales eran diferentes. A diferencia de otros maestros de yoga indios en ese momento, no nos pidió que usáramos túnicas de naranja o practicáramos Brahmacharya o seamos vegetarianos. Hizo que el yoga fuera más accesible para las personas que estaban confundidas o desanimadas por adornos de la cultura hindú. Su enseñanza era más parecida a zen: la práctica y la evolución ocurre. Él diría, practica tu propia religión: Yoga no se trata de religión. Al principio, lo llamamos Sr. Iyengar, no Guru-Ji. Conocía las enseñanzas de los Yoga Sutras y la tradición, pero no se sentó en un escenario y nos dijo cómo vivir. Estaba en el piso con nosotros, mirándonos a los ojos.
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3 lecciones de vida de B.K.S. Iyengar
SV: ¿Cuáles fueron algunas lecciones de vida que aprendiste de Iyengar?
1. Me mostró cómo aligerarme. Estábamos en un taller de yoga solo por invitación en un centro de retiro en el Medio Oeste en 1976 con un grupo de estudiantes muy serios de Iyengar. Estábamos totalmente inmersos en el yoga, incluso después de la cena, colgamos en la sala de estar y hablamos de yoga. Una noche, el Sr. Iyengar entró y dijo que vamos, vamos a salir. Vamos a los bolos. No puedes hacer yoga todo el tiempo. Mañana estarás más fresco. Era horrible al bolos, arrojando butter Ball tras canalones y nos reímos histéricamente. Sin embargo, también fue una lección. Aquí estaba este maestro que practicó durante años y horas al día con gran devoción, diciendo: Viva tu vida; No solo hagas yoga, te pondrás obsoleto.
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2. Me enseñó a prestar atención. When I met Iyengar I was in physical therapy school. What he was saying about alignment made a lot of sense to me in my head but it made more sense to my heart. He didn’t see the difference between moving your arm with awareness and living with awareness. There was one man in that first class who seemed to have vibe of wanting to be spiritual. Mr. Iyengar stood in front of him, looking at his alignment, and asked, Do you want to know God? The man replied, Yes, Guruji! Well, you don’t even know your foot! The teaching was to be aware. When you became aware, then the alignment is obvious. Awareness reveals alignment. It’s easy to say, but hard to remember to do. But Iyengar was fierce in his devotion and fierce in his correction. He held you to the highest standard. He wanted your attention, your commitment. He wanted it to match his. The worst thing you could do in his class was not pay attention.
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3. Nos mostró cómo enfrentar el miedo. También lo llevamos a Yosemite y él se paró en uno de los miradores, mirando la vista. Había una pequeña cerca, de 12 pulgadas de alto, y él pasó sobre ella y caminó directamente hasta el borde de un gran afloramiento de roca e hizo la parada de cabeza. Los Rangers del Parque se volvían locos. Tuve que alejarme, no podía mirar. Era tan diferente a todo lo que haría. Dijo, no puedes tener miedo. Me hizo ver a qué tengo miedo y lo que creo que soy capaz de hacer y por qué. El miedo puede salvarle la vida: debe tener miedo de un oso o caminar en el tráfico. Pero la mayoría de los temores surgen en EE. UU. No están relacionados con la actualidad de la amenaza. No puedes de puntillas a través de la vida si realmente lo vas a vivir. Tienes que tomar algunos riesgos emocionales.
Judith Hanson Lasater Estudió con Iyengar durante 25 años después de conocerlo en 1974. Es conocida por sistematizar y popularizar el yoga restaurativo. Ella es cofundadora de Stylesway VIP
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