I’m going to tell it to you straight: Some days in yoga class, whatever the teacher is spouting off can sound like complete mumbo jumbo.
Pueden estar diciendo algo profundo o brillante, pero si no estoy en el espacio de cabeza correcto, lo sintonizaré y convertiré mis pensamientos en lo que parezca más relevante en este momento, ya sea un resumen de mi lista de tareas o de las millones de formas en que podría haber manejado mejor un proyecto de trabajo.
Luego hay días en que parece que el maestro dice exactamente lo que más necesito escuchar exactamente en el momento en que necesito escucharlo. En esos momentos, siento que las estrellas están alineadas, estoy completamente en sintonía con mi práctica, y esas cosas que se supone que debes experimentar en tu práctica meditativa, es decir, facilidad, comprensión y aceptación, no ser tan difícil de alcanzar.
Momentos como ese son la razón por la que sigo lanzando mi estera y las lecciones que sigo llevando conmigo años después. Aquí están las palabras que más me han influido.
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Las 10 cosas más que cambian la vida los maestros de yoga me han dicho
1. Alcanzar más alto. Te estabilizará.
One day in class, many of us were struggling with our balance in Vrksasana (Tree Pose) and falling out of the pose. The teacher said simply to reach higher. In the context of that moment, she meant to push just a little further and harder than what seemed immediately accessible and that would help steady us. She was right. Now, whenever I’m struggling with work or having a particularly bad week, I remind myself to reach beyond what’s immediately in front of me. Inevitably, little things start to line up and make the situation easier.
2. Abre las palmas de las palmas si quieres respuestas del universo. Coloque las palmas hacia abajo si desea respuestas dentro de usted.
This is something a teacher said when we were seated in Sukhasana (Easy Pose) at the end of a class. It felt incredibly profound to be able to choose. And the act of recognizing that there is a distinction between these two choices changed the way I approach most problems. This sentiment helped me understand that sometimes I don’t have all the answers—and that I am allowed to let the universe show me what is needed as I let life unfold.
3. Observe cuándo estás siendo egoísta. Reemplácelo con gratitud.
A veces, cuando experimento un día estresante, pensaré que es lo peor que le ha pasado a alguien. Tal vez olvidé que mi computadora portátil o un artículo que estoy escribiendo no resultará cómo quiero. En el momento en que este maestro dijo esto, me recordó que obsesionarse con pequeños inconvenientes conduce a la infelicidad. Encuentro que cómo me presento al mundo es mejor, y más saludable, cuando estoy menos obsesionado y trato de concentrarme en la gratitud. Tengo una computadora portátil que funciona; Puedo escribir historias para vivir.
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4. Habla amablemente contigo mismo.
Yo soy la reina de hablar de golpes. A veces, necesito que me recuerden que decirme a mí mismo que soy estúpido por no hacer algo es no ayudar a nadie. La simple práctica de atraparme a mí mismo siendo cruel, y luego cambiar eso a la amabilidad, es increíblemente redentor.
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5. Tuve un mal día hoy. Pero está bien tener un mal día.
In one 6 a.m. class, my yoga teacher told us right from the outset that she was having a bad day. Her leg was hurting, she was running late to teach the class, and it was raining to boot. But she still showed up. And, she said, focusing on teaching the class and sharing yoga with us helped her. She didn’t chastise herself for having a bad day—she simply accepted it and moved along. I try to channel that sentiment every time my days seem bad. Acknowledging that it’s okay to have a bad day sometimes feels like a revelation.
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6. Decida de qué es capaz su cuerpo, no de qué está haciendo la próxima persona en la alfombra de usted.
I can be competitive—even during yoga class when I’m supposed to be focused on myself and my practice, not whether my Wild Thing is looking fierce. Being reminded that the only place I need to focus my attention is my own mind and body is a tremendous help. Of course, it applies not just in yoga class but at work, on Instagram, and with my friends. When I pay attention to my own capabilities and simply do my best, I’m so much happier and way more productive than when I’m constantly comparing myself to everyone else.
7. Si algo en tu vida no te está sirviendo, agradece silenciosamente por la lección, y deja que se vaya.
Algunos días, solo necesitas a alguien que lo cuente como es, sin lujos, preferiblemente con sentido del humor. A menudo me arrastra porque me estoy aferrando a algo durante demasiado tiempo, ya sea una relación, una discusión o algo que estoy tratando de forzar en el trabajo. Este maestro de yoga me recordó que en realidad está bien dejar que ese sh-T vaya (y que también está bien reír cuando un maestro deja caer una palabra de juramento bien ubicada durante la práctica de yoga).
Ver también 4 Poses to Build Confidence (and a Sense of Humor)
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8. A veces solo necesitas hacer piernas en la pared. ¿Por qué? Porque a veces menos es más.
Siempre me estoy presionando, en la vida, en el trabajo, y sí, cuando practico yoga, por lo que me ha llevado mucho tiempo entender este concepto. Cuando un maestro de yoga dijo esto antes de instruirnos a que hiciéramos la restaurativa, Viparita Karani (pose de las piernas y la pared) en lugar de la salamba sarvangasana (hombros apoyados) o sirsasana (parada de cabeza), se sintió como una revelación para mí. La lección de que elegir algo más restaurador y menos complicado en realidad puede ayudarlo a sentirte más poderoso se ha quedado conmigo desde ese día.
9. Una de las reglas básicas del universo es que nada es perfecto. La perfección simplemente no existe. Sin imperfección, ni tú ni yo existiríamos.
Un maestro leyó esta cita de Stephen Hawking en un momento en que estaba dudando de algunos cambios y opciones y, en general, me sentía perdido y a la deriva. Me tocó un acorde profundo. Si nada es perfecto (¡y ese es un hecho científico!), Entonces está bien si mi camino no es perfecto. Si nada es perfecto, entonces probablemente nunca sabré exactamente lo que estoy haciendo. Y si nada es perfecto, entonces esa es exactamente la forma en que se supone que es el universo.
10. Sea como un árbol. Mantente conectado a la tierra. Todo lo que nos separa de ser pacíficos se disolverá cuando estamos enraizados.
Este podría derivarse en el reino confuso de los dichos zen, en lugar de yoga. Pero tenía un profundo sentido para mí en el momento. Cuando siento mis raíces, incluidos a mi familia, mis amigos que me conocen desde hace años, las cosas que amo hacer, siempre vuelvo a un sentimiento de paz. En los días en que experimento momentos de duda e inseguridad, trato de volver a estar conectado a la tierra, a mis raíces, a quien soy.
Este artículo ha sido actualizado. Publicado originalmente el 2 de mayo de 2018.
