Several years ago, I wrote something for Stylesway Vip about using yoga as an intervention for lupus, or Systemic Lupus Erythematosus (SLE). Since then, I get the occasional question about yoga’s role in helping to manage this difficult illness, and just last week, I got both an email from a student, as well as a new student in class with lupus, so I thought it was a good time to revisit this issue for anyone suffering from or teaching someone with lupus or any other autoimmune condition that can negatively impact joint health and flexibility.
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Esto es lo que tenía que decir en aquel entonces:
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica (es decir, una en la que el cuerpo se ataca a sí mismo). A veces se compara con la artritis reumatoide, excepto que la inflamación de LES puede afectar no solo las articulaciones sino casi cualquier otro sistema corporal, incluida la piel, el corazón, los pulmones y los riñones.
Afecta a las mujeres por una proporción de 10 a 1 sobre hombres; Comúnmente lo desarrollan entre los 30 y los 50. Se considera una enfermedad progresiva, lo que significa que empeora gradualmente con el tiempo, y se alterna entre períodos de remisión y brotes. Los estudios que examinan la relación entre la artritis y el ejercicio han encontrado que el ejercicio aeróbico moderado puede ser beneficioso, por lo que podría asumir que lo mismo sería cierto para LES.
My recommendations for an asana practice depend on whether you are in a symptom-free or flare-up stage. To improve joint health when symptom-free, you should focus on proper alignment of the joints, creating maximum space in the joint, and putting the joints through a full range of motion. A beginning-level Iyengar-style class (or an Anusara-style class, or any other alignment-focused class) would be ideal, along with a gentle vinyasa practice for range of motion.
Las cosas cambian drásticamente durante los brotes, cuando la mayoría de los pacientes experimentan una fatiga profunda. Es bueno pasar a una práctica más restaurativa durante esos períodos. Cuando tiene dolor, inflamación articular y una erupción cutánea, su cuerpo necesita ayuda para cambiar del enfoque de alta altura del sistema nervioso simpático al papel tranquilo y que respalda la inmunidad del sistema nervioso parasimpático.
Una práctica regular de yoga también puede ayudar a la mente a observarse durante el estrés del dolor y las limitaciones físicas. Las extremidades del yoga más útiles a este respecto son Pratyahara (retirada de sentido), dharana (concentración) y dhyana (meditación). He sido testigo de que los pacientes cambian por completo su relación con sus enfermedades crónicas a través de la aplicación de estos métodos antiguos.
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Estas recomendaciones siguen en pie. Y en términos de nuevos tratamientos convencionales, no ha cambiado mucho. De hecho, la línea dada es que no hay cura para el LES, y el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas de la enfermedad. Las principales herramientas que los médicos occidentales típicamente recetan son los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, para la artritis y los síntomas pulmonares; esteroides tópicos cremas para erupciones de piel; y fármacos antimalaria más fuertes y esteroides orales para los síntomas de la piel y la artritis que empeoran. Y recomiendan la terapia de conversación para lidiar con la depresión y los cambios de humor que a menudo surgen a medida que avanza la enfermedad.
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Bueno, muchos practicantes de yoga con lupus tienen algo que decir sobre sus experiencias en cómo la práctica puede ayudar a controlar la enfermedad. Blogger Daisy Seale-Barnes, que escribe Viviendo bien con lupus , incluso declaró de manera simple y elocuente que el yoga reduce sus niveles de estrés, ¡y menos estrés ha significado menos síntomas de lupus para ella!
Las principales áreas de beneficio del yoga en el LES incluyen las siguientes:
Mejora flexibilidad y movilidad
Energía física mejorada
Manejo del estrés
Manejo del dolor
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Estado de ánimo y afrontamiento mejorados
Lupus is a variable disease, meaning it affects each patient differently, making yoga a near perfect intervention since the practice can be individualized for the array of symptoms each person is dealing with. Developing a home practice and finding a good public class that is right for you can go a long way in making a difficult illness more manageable.
Un estudio de 2009 sobre los beneficios potenciales del yoga para pacientes con artritis reumatoide mostró dolor en las articulaciones reducido e hinchazón después de un programa de yoga de ocho semanas modificado para acomodar su flexibilidad reducida y otros síntomas.
Dado que los pacientes con lupus a menudo desarrollan artritis además de su inflamación crónica de todo el cuerpo, se podría hacer una correlación razonable de que el yoga podría tener el mismo beneficio para LES que este estudio encontró para la artritis. Además, además de las recomendaciones que hice en 2006, agregaría yoga nidra a la lista de prácticas de restauración que pueden ser particularmente beneficiosas para las personas lupus para casi cualquiera de los síntomas que surgen en un día determinado.
